Después de superar la tristeza que todos sentimos cuando cerró nuestro Pozo, y el dolor en lo mas profundo cuando hicieron escombro sus instalaciones, el pregón que Marcos Martínez Merino nos leyó el pasado sábado en la VI Reunión de Trabajadores y que aquí os transcribimos, nos hace pensar que algo estamos haciendo bien, que la memoria del Tres Amigos, nuestra historia, sigue viva gracias a lo que hacemos.
Gracias Marcos por tus palabras, unas palabras que ya formaran parte de nuestro sentimiento colectivo, lo mismo que tu ya eres uno mas entre nosotros, tu ADN ya es minero, y eso amigo mio, ya lo has comprobado durante la Marcha Negra y ahora en esta reunión, eso marca.
21 de noviembre de 2015. Marcos M. Merino
Lo primero quiero mostraros mi
infinita gratitud por permitirme formar parte de este evento que para mi
resulta histórico y daros mi más profunda enhorabuena por cultivar vuestra
memoria colectiva porque ya sabéis que se trata de una absoluta rareza en esta
Asturias y España indocumentada que no ha velado por mantener con rigor su
historia para construir su presente y su futuro. Encontrar tres generaciones de trabajadores
unidos en un acontecimiento como este representa una anomalía que debo
reconocer con la más profunda de mis gratitudes. Lo de hoy no es otra
constatación de los valores históricos que os distinguen de otros lugares y de
otros seres humanos del mundo y que hace que este pequeño trozo de tierra sea
tan especial.
Marcos en un momento de su pregón |
Como ya sabréis, anoche regresé
de París. Fui a proyectar vuestra película y enseñársela a los parisinos y no
lo he hecho en una fecha cualquiera sino en el tiempo más difícil que ha vivido
esa ciudad en los últimos 40-50 años.
Seguir es resistir ha sido la frase que más he repetido esta última
semana y hoy vuelvo a gritarla con fuerza en este acto de resistencia
colectiva. París no es un lugar cualquier como bien sabéis. Allí se gestaron
gran parte de los derechos y libertades de la vieja Europa y hoy languidece
preocupada por los ataques de la pasada semana que amenazan con erosionar uno
de los espíritus combativos más determinantes en la construcción del llamado
Estado de Bienestar. He encontrado temor, preocupación, sometimiento pero
también rebeldía, curiosidad y, sobre
todo, una enorme admiración por los mineros Asturianos y su papel como
representantes mundiales de la dignidad de los trabajadores. Ha sido mi primera visita a París pero no he
conocido ni siquiera la torre Eiffel porque no era el momento de un viaje
turístico sino el momento de conocer un pueblo en una situación difícil porque
en esos momentos complicados es cuando uno descubre a las personas y también a
los colectivos. Y en eso los mineros y los mineros del Pozo Tres Amigos sois un
ejemplo como comprobé durante la huelga de 2012. Yo he conocido un París
político, militante y resistente, un París que no está al alcance de los
turistas ni de la mayor parte de los visitantes pero era mi obligación como
representante vuestro y más en la situación que vivía la ciudad.
Teníamos planteadas tres
proyecciones de la película y, al final, el terror consiguió suspender que no
cancelar una de las tres pero las otras dos proyecciones de ReMine han
constituido alguno de los momentos más emocionantes de estos últimos 18 meses
de gira mundial que llevo con la película. Centenares de espectadores acudieron
a su cita con vuestra historia y vuestra lucha a pesar de los pesares y
celebraron la película con un entusiasmo y admiración increíbles. Los debates
han durado horas y vuestro dolor y preocupación por el final de una época ha
contagiado a decenas de parisinos de todas las edades e ideologías. La última
de las proyecciones terminó con un chaval de Sotrondio que vive en París desde
hace 20 años que se acercó a mi con las lágrimas enjuagadas por haber enseñado
la historia de sus antepasados y haberle hecho sentir orgulloso ante tanta
gente que, en principio, no sabe ni siquiera situarla en el mapa. Pero lo más
hermoso de sus palabras fue lo siguiente: “Gracias por enseñar a los seres
humanos y sus emociones. Las mismas emociones que he tenido en Rusia, Méjico,
Ecuador, Perú, Argentina, Chile, Uruguay, Alemania, Austria, Bélgica, Francia,
Eslovenia, Reino Unido y, por supuesto, en decenas de localidades en España. Y
de ese orgullo minero es del que quiero hablaros porque sin él no estaríamos aquí
celebrando vuestra fraternidad. Un orgullo que hace mucha falta en Asturias y
que desgraciadamente hace años que esta perversa reconversión industrial está
haciendo añicos de forma despiadada. Las cuencas y Asturias necesitan vuestra
orgullo para entre todos levantar esa autoestima que tan injustamente nos han
arrebatado los acontecimientos de los últimos 30 años. Este acto es un ejemplo
de esa autoestima y fortaleza colectiva que nos ha permitido construir tantas
cosas pero que hoy malvive arrinconada por la vergüenza de un pueblo que no
merece el presente que tiene y mucho menos el futuro al que nos están abocando.
Hoy hace un año que estrenamos en
cines la película y, desde entonces, no he parado de recibir gratitud por
vuestra parte y hoy vuelvo a ser el hombre más satisfecho del mundo. Hacer
películas documentales es un reto complejo porque, al final, retratamos la vida
de otras personas desde un punto de vista artístico. Y, en este caso, vuestro
retrato ha sido sin duda el mayor reto de mi vida profesional y he tenido
muchos y muy difíciles en mi carrera como periodista en televisión. Pero
ninguna tan complicado y de tanta responsabilidad como retratar las emociones y
la idiosincrasia de unas gentes que han cambiado mi vida.
El cine empezó hace casi 120 años
con una película sobre los obreros pero en la mayoría de los casos el retrato
de los trabajadores lo ha hecho la burguesía porque el cine era tan caro que en
España hacía falta casi un patrocinador como en la fórmula 1. Hoy la tecnología
lo está cambiando todo y también permitiendo que los obreros y los hijos de los
obreros contemos la historia de los trabajadores. Asturias tiene una de las
identidades más marcadas de entre todos los lugares que yo conozco y necesita a
los hijos de los obreros para que cuenten nuestra historia antes de que se
esfume para siempre. Ojalá algún día entendamos como vosotros la importancia
de preservar la memoria que nos ha hecho
tal y como somos.
Gracias por este enésimo regalo y
gracias por ser como sois. Me gustaría dedicar un brindis a todos los que
somos, a los que no están porque no han podido o no han querido venir, a las
muyeres del Pozu y, entre ellas, a Marta porque sin su amor y trabajo
incondicional yo no estaría aquí y no existiría ReMine y, sobre todo, a los que
se fueron o dejaron su vida en la mina porque entre todos
habéis construido una de las historias más importantes de nuestra historia
reciente y estoy seguro que el paso del tiempo no tendrá dudas en reconocerlo.
Gracias a todos por ese inmenso honor de hacerme sentirme uno de los vuestros y
qué siga muchos años esta fiesta fraternal del Pozu Tres Amigos.
Felicidades!!!!!!!
Todos los asistentes escuchando con atención las emotivas palabras |