lunes, 23 de noviembre de 2015

PREGÓN VI ENCUENTRO “POZO TRES AMIGOS”

Después de superar la tristeza que todos sentimos cuando cerró nuestro Pozo, y el dolor en lo mas profundo cuando hicieron escombro sus instalaciones, el pregón que Marcos Martínez Merino nos leyó el pasado sábado en la VI Reunión de Trabajadores y que aquí os transcribimos, nos hace pensar que algo estamos haciendo bien, que la memoria del Tres Amigos, nuestra historia, sigue viva gracias a lo que hacemos. 
Gracias Marcos por tus palabras, unas palabras que ya formaran parte de nuestro sentimiento colectivo, lo mismo que tu ya eres uno mas entre nosotros, tu ADN ya es minero, y eso amigo mio, ya lo has comprobado durante la Marcha Negra y ahora en esta reunión, eso marca.

21 de noviembre de 2015. Marcos M. Merino     
Lo primero quiero mostraros mi infinita gratitud por permitirme formar parte de este evento que para mi resulta histórico y daros mi más profunda enhorabuena por cultivar vuestra memoria colectiva porque ya sabéis que se trata de una absoluta rareza en esta Asturias y España indocumentada que no ha velado por mantener con rigor su historia para construir su presente y su futuro.  Encontrar tres generaciones de trabajadores unidos en un acontecimiento como este representa una anomalía que debo reconocer con la más profunda de mis gratitudes. Lo de hoy no es otra constatación de los valores históricos que os distinguen de otros lugares y de otros seres humanos del mundo y que hace que este pequeño trozo de tierra sea tan especial.

Marcos en un momento de su pregón
Como ya sabréis, anoche regresé de París. Fui a proyectar vuestra película y enseñársela a los parisinos y no lo he hecho en una fecha cualquiera sino en el tiempo más difícil que ha vivido esa ciudad en los últimos 40-50 años.  Seguir es resistir ha sido la frase que más he repetido esta última semana y hoy vuelvo a gritarla con fuerza en este acto de resistencia colectiva. París no es un lugar cualquier como bien sabéis. Allí se gestaron gran parte de los derechos y libertades de la vieja Europa y hoy languidece preocupada por los ataques de la pasada semana que amenazan con erosionar uno de los espíritus combativos más determinantes en la construcción del llamado Estado de Bienestar. He encontrado temor, preocupación, sometimiento pero también rebeldía,  curiosidad y, sobre todo, una enorme admiración por los mineros Asturianos y su papel como representantes mundiales de la dignidad de los trabajadores.  Ha sido mi primera visita a París pero no he conocido ni siquiera la torre Eiffel porque no era el momento de un viaje turístico sino el momento de conocer un pueblo en una situación difícil porque en esos momentos complicados es cuando uno descubre a las personas y también a los colectivos. Y en eso los mineros y los mineros del Pozo Tres Amigos sois un ejemplo como comprobé durante la huelga de 2012. Yo he conocido un París político, militante y resistente, un París que no está al alcance de los turistas ni de la mayor parte de los visitantes pero era mi obligación como representante vuestro y más en la situación que vivía la ciudad.

Teníamos planteadas tres proyecciones de la película y, al final, el terror consiguió suspender que no cancelar una de las tres pero las otras dos proyecciones de ReMine han constituido alguno de los momentos más emocionantes de estos últimos 18 meses de gira mundial que llevo con la película. Centenares de espectadores acudieron a su cita con vuestra historia y vuestra lucha a pesar de los pesares y celebraron la película con un entusiasmo y admiración increíbles. Los debates han durado horas y vuestro dolor y preocupación por el final de una época ha contagiado a decenas de parisinos de todas las edades e ideologías. La última de las proyecciones terminó con un chaval de Sotrondio que vive en París desde hace 20 años que se acercó a mi con las lágrimas enjuagadas por haber enseñado la historia de sus antepasados y haberle hecho sentir orgulloso ante tanta gente que, en principio, no sabe ni siquiera situarla en el mapa. Pero lo más hermoso de sus palabras fue lo siguiente: “Gracias por enseñar a los seres humanos y sus emociones. Las mismas emociones que he tenido en Rusia, Méjico, Ecuador, Perú, Argentina, Chile, Uruguay, Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Eslovenia, Reino Unido y, por supuesto, en decenas de localidades en España. Y de ese orgullo minero es del que quiero hablaros porque sin él no estaríamos aquí celebrando vuestra fraternidad. Un orgullo que hace mucha falta en Asturias y que desgraciadamente hace años que esta perversa reconversión industrial está haciendo añicos de forma despiadada. Las cuencas y Asturias necesitan vuestra orgullo para entre todos levantar esa autoestima que tan injustamente nos han arrebatado los acontecimientos de los últimos 30 años. Este acto es un ejemplo de esa autoestima y fortaleza colectiva que nos ha permitido construir tantas cosas pero que hoy malvive arrinconada por la vergüenza de un pueblo que no merece el presente que tiene y mucho menos el futuro al que nos están abocando.

Hoy hace un año que estrenamos en cines la película y, desde entonces, no he parado de recibir gratitud por vuestra parte y hoy vuelvo a ser el hombre más satisfecho del mundo. Hacer películas documentales es un reto complejo porque, al final, retratamos la vida de otras personas desde un punto de vista artístico. Y, en este caso, vuestro retrato ha sido sin duda el mayor reto de mi vida profesional y he tenido muchos y muy difíciles en mi carrera como periodista en televisión. Pero ninguna tan complicado y de tanta responsabilidad como retratar las emociones y la idiosincrasia de unas gentes que han cambiado mi vida.

El cine empezó hace casi 120 años con una película sobre los obreros pero en la mayoría de los casos el retrato de los trabajadores lo ha hecho la burguesía porque el cine era tan caro que en España hacía falta casi un patrocinador como en la fórmula 1. Hoy la tecnología lo está cambiando todo y también permitiendo que los obreros y los hijos de los obreros contemos la historia de los trabajadores. Asturias tiene una de las identidades más marcadas de entre todos los lugares que yo conozco y necesita a los hijos de los obreros para que cuenten nuestra historia antes de que se esfume para siempre. Ojalá algún día entendamos como vosotros la importancia de  preservar la memoria que nos ha hecho tal y como somos.

Gracias por este enésimo regalo y gracias por ser como sois. Me gustaría dedicar un brindis a todos los que somos, a los que no están porque no han podido o no han querido venir, a las muyeres del Pozu y, entre ellas, a Marta porque sin su amor y trabajo incondicional yo no estaría aquí y no existiría ReMine y, sobre todo, a los que se fueron o dejaron su vida en la mina porque entre todos habéis construido una de las historias más importantes de nuestra historia reciente y estoy seguro que el paso del tiempo no tendrá dudas en reconocerlo. Gracias a todos por ese inmenso honor de hacerme sentirme uno de los vuestros y qué siga muchos años esta fiesta fraternal del Pozu Tres Amigos. Felicidades!!!!!!!

Todos los asistentes escuchando con atención las emotivas palabras