Ya que estos pseudopoliticos que nos han secuestrado
la democracia, y que solo se acuerdan que existimos cada cuatro años, no saben
o no quieren reconocer lo que para los que fueron, fuimos y son mineros es
justicia histórica, sí compañeros, es de justicia mantener el trabajo en estas
Cuencas, hay miles de argumentos para ello, nos lo deben. Como decía, ya que
este Gobierno nos ningunea y vapulea, se ríe de nosotros; debemos defender lo
nuestro, defender el futuro de las comarcas, de nuestros hijos, defender el
actual estado de bienestar, o lo poco que ya queda de el, de forma responsable
y comprometida, con los medios y de la forma que sabemos después de muchos años
de lucha. No mas paro y desolación compañeros, no podremos tener futuro si no
defendemos el presente, rescatemos el espíritu solidario del 34, del 62, del
91, o el que demostrábamos en el día a día de nuestro trabajo, demos de nuevo
una lección de dignidad, solidaridad y lucha, que sea inspiración para todos
los trabajadores y trabajadoras en estos momentos de ataques sin fin a los
derechos sociales y laborales.
Pero tengamos memoria. Este ataque frontal del actual
Gobierno al sector minero, no es nuevo, por mucho que algunos piensen que es fácil
y barato en estos momentos intentar conseguir aceptación, reconocimiento o
futuros votos con el sufrimiento de la gente. Que sepan que a pesar
de nuestro rudo trabajo o en algunos casos, modestos estudios, tenemos memoria
y muchos nos frotamos los ojos, incrédulos ante tanta desvergüenza. Y me
explico: estos que ahora tanto vociferan airados y pretenden hacer olvidar su
pasado, esos que ahora encabezan manifestaciones y levantan pancartas junto a
los que fuimos víctimas de sus políticas, de su transfugismo ideológico,
político o incluso y en algunos casos, sindical, deberían explicar a la
sociedad asturiana dónde estaban en estos años pasados, dónde o en que
parlamento presentaban sus enmiendas a los Presupuestos, dónde defendieron sus
iniciativas con lámpara minera en la mano o sin ella, dónde hacían las
barricadas, donde se manifestaban que no los veíamos, cuándo y en que momento denunciaron
ante sus adlateres los incumplimientos de los planes de la minería; o si cuando
visitaban las sedes de sus partidos, era para clamar por la dejadez de su
gobierno con la minería, o era para colocarse en alguna lista electoral, porque
no lo olvidemos: la situación en la que se encuentra la minería del carbón no
surge de repente.
Solo espero, que estas palabras nos hagan pensar qué
nos ha pasado a los trabajadores durante los últimos años, qué hemos hecho y
dejado de hacer, qué nos han hecho y qué nos hemos dejado hacer.
Por eso compañeros, hagámonos oír, salgamos a la
calle el próximo miércoles día 17,
a las 7 de la tarde, en Mieres. Que tengamos claro que, como dice el lema hoy tan
usado por y para otros colectivos, aquel que miles de gargantas gritaron al unísono
cuando la marcha negra entraba en Madrid, aquella calurosa y caliente noche de
julio del año pasado, y que a los que tuvimos la suerte, o la voluntad, de
estar allí, su recuerdo aun nos pone los pelos como escarpias, todos unidos !!SI SE PUEDE¡¡
Así que el miércoles, en el Campus de Mieres, nos vemos bajo la pancarta
del Pozo.