Seis mineros muertos
y un puñado más en el hospital. Teverga pueblo ejemplar. Montones de
conciudadanos ejerciendo su derecho a dejarse ver. Unos se miran entre ellos.
Otros les miran a ellos. Otros no pueden creer lo que ven sus ojos y protestan
cuanto pueden.
Pero ¿de qué va todo
esto?. ¿Cuál es el mensaje de este
teatrillo de feria?. ¿Qué nos están contando?. ¿Quién le escribe los discursos
a este tipo?. ¿De verdad les damos razones para que nos crean débiles
mentales?. Tiene que ser eso; si no es así, no se entiende.
¿Cómo es posible que
los oligarcas impartan doctrina con semejante impunidad, con lo que nos ha
caído encima?.
En mi casa empieza a
hacer frío ya y ahora la calefacción es un lujo.
El frigorífico nos
hace pedorretas muchas veces a lo largo de la semana.
Los chicos nos ven
pasarlas putas y ya no saben si vamos o venimos.
Apenas tenemos
respuestas.
Lo único claro es
que a esta banda, a los que nos explican en qué nos hemos equivocado, el plan
les ha salido redondo. Poco a poco, nuestros hijos irán aceptando la nueva realidad.
No tardando mucho se verán agradeciendo a los hijos de ellos que les dejen
cambiar su vida por las sobras del convite.
Pero no os
preocupéis. Ellos seguirán admirándose ufanos unos a otros. Periódicamente nos
honrrarán con su presencia en días señalados. Incluso estrecharán vuestras
manos y recogerán los presentes ilusionados de vuestros hijos ya domados.
Son los ciclos. Que
no lo queramos dar por bueno cuatro desclasados carece por completo de
importancia. Sólo faltaría que ahora viniese yo a recordaros la historia.
Además, ya sabéis
que las ideologías ya no son necesarias. Ahora vivimos mejor. Por fin hemos
desentrañado el significado del término esfuerzo.
Mariano Bermejo