Comenzamos con este artículo una serie de pequeños bocetos biográficos con la que intentaremos recordar humildemente a antiguos trabajadores de la Empresa Sela, que por uno u otro motivo nos parecen dignos de reseña.
Si conoces o quieres ver reflejada aquí la vida y obra de alguno de nuestros compañeros, no dudes en ponerte en contacto con nosotros como siempre en pozotresamigos@gmail.com
SILVINO “EL CANTAOR”
Silvino Argüelles Menéndez, uno de los grandes de la canción asturiana, nació en Tudela Veguín (lugar del concejo o municipio de Oviedo) el 5 de febrero de 1919, aunque sus raíces, infancia y la práctica totalidad de su vida están ligadas a Santo Emiliano, el pueblo mierense situado en lo alto de la Güeria de San Juan, en uno de los pasos más frecuentados entre las Cuencas mineras del Caudal y del Nalón, valle minero por excelencia, ubicación de nuestra Mina, su mina, una de las Minas de Tres Amigos: minas de Vegadotos, del Peñon y del Casar, tal como se refleja en los documentos de los años 30 y 40 emitidos por la Empresa.
Silvino aprendió ya en sus primeros años los fundamentos de la canción asturiana de su madre, Luz, a quien en la zona se la conocía como La Calandria, debido a su melodiosa y emocionada voz. Silvino Argüelles sube por primera vez a un escenario a la edad de 15 años. Fue en 1934, en el cine de Vegadotos, donde compartió tablas con alguno de los grandes del folklore en aquellos días. Silvino formaba parte aquel día de uno de los grupos de teatro que animaban la jornada. Ante la ausencia de uno de los cantantes previstos en el programa, los organizadores convencieron al cantante de la Güeria para que además de actuar interpretara alguna tonada.
Silvino, su esposa Azucena, su hija pequeña Angeles y una amiga en la Espa, Barcelona |
El éxito de su primera actuación le llevó a otras, todas ellas en Mieres y Langreo. El cantante recibió en muchas de ellas las bendiciones de algunos de los genios de la canción asturiana, como el recordado Xuacu el de Sama, que subrayó las posibilidades que tenía aquel adolescente de la Güeria de San Juan. Silvino no abandonó en un primer momento el teatro, donde curiosamente llegó a destacar interpretando el papel de un cantaor de flamenco. Tras la Guerra Civil y la dura posguerra, después de haber trabajado en las Minas de Tres Amigos desde enero de 1938 hasta mayo de 1945, y haber pasado por diferentes categorías: peon de exterior, rampero, ayudante de picador y picador; el barítono mierense abandona Asturias, para trabajar en las minas del Pirineo, donde sigue cantando tonada para los asturianos emigrantes en Cataluña que, como él, tuvieron que emigrar por falta de perspectivas en su tierra, encontrándose con trabajadores de otras regiones, especialmente Andalucía y Extremadura. No es casualidad que en ese tiempo Silvino alterne en su repertorio los temas asturianos con el flamenco. Desgraciadamente, no existen grabaciones de esa época, años duros en los que la canción y la familia son sus mayores consuelos. Más, después de sufrir un grave accidente en la mina de montaña de Peñaforca, en el Norte de Barcelona, que a punto estuvo de costarle la vida y que le supone su regreso a Asturias.
De izda a dcha Bautista Alvarez El tuberu, Silvino Arguelles Lampisteru y Pedro Ramos |
De nuevo en su tierra, Silvino Argüelles reingresa en la Empresa propiedad de la familia Sela como oficial de 2ª en las minas del Casar, hasta su jubilación en agosto de 1966, y se asienta en El Campu de la Güeria, donde residiría hasta su prematura muerte en 1986. Nunca dejó de cantar, ni incluso en los días más duros de su penosa enfermedad.
En 1953 volvió a subirse a un escenario en Asturias espoleado por los muchos amigos y aficionados que le recordaban y que le veían como uno de los grandes intérpretes de canción asturiana.
Hay quien aún recuerda su participación en los concursos organizados por el diario Región, Hevia, o en el multitudinario «Rumbo a la gloria». Por aquel entonces, Silvino cuenta con el fervor popular por canciones como Farola de Xixón, Sidriquina la de Asturias, Caleya'rriba cantando, o la sentimental El cielo ye pal mineru, de honda emoción en las Cuencas mineras y en un momento donde Asturias cuenta con más de 30.000 trabajadores del carbón.
A este “paisano grandón”, como le definió Ignacio Gracia Noriega en una de sus jugosas semblanzas en el diario La Nueva España, le gustaba cantar por afición, desinteresadamente, sin peros a cuantos festivales benéficos se le reclamaba participación.
Foto promocional de uno de sus discos del año 60 |
Silvino en el concurso de otoño de 1969 en Mieres |
Su participación a partir de 1968 en la Asociación pro cultura asturiana «Asturias canta», que reunió a los mejores cantantes y folkloristas de la época, es otra de sus grandes aportaciones. Silvino Argüelles, tras una vida consagrada a la canción asturiana, fallece en Mieres del Camino el 3 de noviembre de 1986, víctima de un tumor cerebral. Los medios de comunicación regionales recogieron la noticia de su muerte en primera página y subrayaron que con él se iba uno de los grandes de la tonada. Su entierro, como no podía ser de otra forma, se convirtió en una gran muestra de asturianía y en un fervoroso homenaje al cantante de la Güeria de San Juan. El 18 de abril de 1999, el Ayuntamiento de Mieres le dio su nombre a una calle de la histórica plaza de Requejo, el templo de la sidra y la tonada.