Ya veremos lo que dice el supremo, pero de todas las maneras, diga lo que digan los jueces, nos den o nos quiten la razón (y los dineros), no podemos olvidarnos de nuestros ideales de solidaridad y de compañerismo. Debemos de seguir en la lucha y ahora más que antes.
Supongo que ahora que volvemos a estar entrenados y aunque en teoría se ha arreglado lo nuestro no decaerá nuestro ardor guerrero y seguiremos de la mano de todos aquellos compañeros o colectivos que nos necesiten.
No podemos olvidar la deuda histórica que tenemos todos los prejubilados, y digo todos pues no nos salvamos ninguno. Deuda histórica con los compañeros de esta empresa, a la que accedimos todos y cada uno de nosotros gracias a la solidaridad demostrada por los compañeros que de aquella estaban en el tajo. Desprendiéndose de parte de su poder adquisitivo o más bien cambiándolo por puestos de trabajo. A esos compañeros se lo debemos y en pago a lo que ellos hicieron por nosotros debemos de estar de la mano de los compañeros que continúan en activo y que hoy por hoy tienen un futuro incierto.
Las luchas de la clase obrera deben de seguir llamándonos y en especial las que estén relacionadas con nuestro sector. El carbón debe de seguir manchándonos la cara como cuando estábamos en el tajo. Por nuestras venas corre la misma sangre que cuando estábamos con los bombachos puestos y arremetíamos contra el mundo
Me daría mucha pena y mucha vergüenza oír eso de : “ ahora como ya tienen lo de ellos arreglado al resto que les den…..”.
No lo podrán decir porque estaremos siempre a su lado, pagaremos las deudas y las pagaremos con mucho orgullo.
ANIMO Y NOS VEMOS EN LA CALLE.