Declaración de intenciones

Antes de nada daros la bienvenida a este modesto Blog.
Bueno compañeros, como veis, aquello que se inicio como una conversación de chigre entre dos amigos, continuó con diversos contactos y reuniones de gente con voluntad y comprometidos con nuestra memoria y raíces, ha transformado aquel proyecto de recuperar lazos en una realidad.
Nuestro sueño es, con todo el respeto y la humildad, seguir siendo la voz unida de todos los mineros del Pozo Tres Amigos, nuestro pozo, de aquellos que no renuncian a su pasado, pero tampoco al porvenir.
Y es que las cuencas mineras padecen la peor de las enfermedades que nuestro trabajo podría producir, la enfermedad degenerativa del olvido y el abandono. Algunos habitantes de las cuencas recordamos con nostalgia, los tiempos en los que el carbón era el modo de vida de casi todo el mundo, y los mineros “éramos una raza única e irrepetible”. Por eso es por lo que queremos mantener la memoria, las vivencias, nuestros recuerdos….. una parte muy importante de nosotros mismos, de nuestra vida.
Así que ya sabéis, disfrutad del Blog y animaros a contactar y trabajar con nosotros para mejorar, para animarnos, para criticarnos, para enviarnos fotos o documentos, etc, todo ello a través del siguiente correo electrónico
pozotresamigos@gmail.com

¡¡ Esperamos vuestros correos!!
¡¡Os esperamos!!

viernes, 31 de mayo de 2013

El pasado puede y debe ser futuro

Si ellos no hubieran luchado, ¿donde habríamos trabajado nosotros?

La apatía, la desgana…….., son las disculpas medio legales, que nos damos a nosotros mismos, o entre nosotros, para así tapar la realidad, la cruda realidad y ésta es ni más ni menos que está triunfando el individualismo, el egoísmo y sobretodo la falta de conciencia de clase.
El futuro no es nada halagüeño, pero si nos olvidamos del pasado, jodidos estaremos.
Ya vale de expresiones como "…yo ya luché lo mío…", "…aquello de antes si que eran luchas...” "….la culpa ye de .....". 
¿Como ye posible que después de mamar durante tantos años de la teta de la conciencia de clase, que recibimos tanto en nuestros hogares, como en los centros de trabajo, ahora seamos capaces de volvernos tan apáticos o como dicen los chavales tan pasotas?.
¿Qué herencia les dejaremos a nuestros hijos? ¿Una sociedad de parados, con escasas posibilidades de futuro y donde el espejo en el que mirarse sea el de la resignación?
¿Eso es lo que queremos? Pensemos que el espejo donde se miran nuestros hijos somos nosotros mismos y serán un fiel reflejo de lo que vean.
¿Acaso les estamos transmitiendo ese espíritu de lucha o de conciencia de clase que toda la vida nos llenó de orgullo o por el contrario les estamos transmitiendo apatía, egoísmo y resignación?.
Sobre nuestras conciencias debe de recaer el sentimiento de culpabilidad por lo que está pasando, y no nos engañemos echándole las culpas al gobierno.
No hacen falta grandes hechos o hazañas, simplemente participando en todos aquellos eventos que se nos brinden, llamémosles jornadas, manifestaciones, coloquios……… o simplemente no dejando morir aquello de lo que somos verdaderos expertos y que si antaño funcionó no tiene porque dejar de hacerlo ahora y que es ni mas ni menos que el sentimiento de clase, ese sentimiento solidario y de lucha contra la injusticia de la que toda la vida nuestra clase obrera y minera se sintió tan orgullosa y por la siempre hemos sido conocidos en este país.
Animo a todos y lo dicho participemos ( aunque solo sea un poquitín más).

jueves, 30 de mayo de 2013

Jornadas en la Casa de la Cultura

Hoy no puedo dejar de poner en este blog minero y reivindicativo, el tríptico de las V Jornadas sobre Historia y Patrimonio, organizadas magníficamente por nuestros compañeros y amigos de la Asociación Santa Barbara, por un solo motivo: tenemos la batalla perdida, tenemos perdida la batalla al olvido. No se muy bien contra que o contra quien, si contra las nuevas tecnologías, contra las vinotecas progres, contra el bombardeo mediático o quizás, contra nosotros mismos. Y me explico. 
Hace unos días escribía, en una entrada anterior “En estos duros tiempos que vivimos, es necesario que no olvidemos nuestro origen, y es imprescindible que, si lo olvidamos, alguien nos lo recuerde” Pues bien amigos, ni aunque nos lo recuerden. Llegar al salón de la Casa de la Cultura, y encontrarte con veinte personas en una charla-coloquio sobre “el legado de las luchas mineras” dentro del movimiento obrero en las Cuencas, es para echarse a llorar, es para pensar que tengo que, en cuanto llegue a casa, hacer la maleta coger a mis hijas e irme de aquí porque no tenemos futuro. Si no podemos, o no queremos, o no dejamos, que nos recuerden nuestros orígenes, compañeros, esto está en su punto final. Como dijo en su día Marcelino Menéndez Pelayo, "Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte. Puede producir brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión de ingenio y hasta de género, y serán como relámpagos que acrecentará más y más la lobreguez de su noche."
Lo siento pero me niego a pensar que lo que algunos hacemos, intentando conservar la memoria, intentando sentirnos parte de un colectivo que exportó carbón pero también conciencia de clase, espíritu reivindicativo, apego a su tierra, es nadar contra corriente; me niego a reconocer que el futuro de mis hijas esta lejos de aquí, me niego a que seamos nosotros, los habitantes de estas Cuencas los que nos auto condenamos, con nuestra apatía y nuestra desidia, al olvido y a la desesperanza, a languidecer hasta morir.
Y es que, y volviendo a la charla ¿Dónde estaban los sindicatos de la minería o sus representantes cuando iban a ser citados reiteradamente en la conferencia como parte fundamental del movimiento obrero? ¿Dónde estaban los propios miembros de la junta directiva de la Asociación? Quizás como dice un  buen amigo, que como el que esto escribe, estaba presente en la sala “es que todos esos son prejubilados y piensan que ya esta todo hecho”.
Que cada cual saque sus propias conclusiones.

lunes, 27 de mayo de 2013

El día que acabó la crisis

Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. 
Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.
Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa -mitad realidad, mitad ficción-, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios.
Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, entonces la crisis habrá terminado. 
Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, entonces se habrá acabado la crisis. 
Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos -excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector-, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, entonces nos anunciarán que la crisis ha terminado. 
Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio. 
Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa. 
De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá, y voilà: su obra estará concluida. 
Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición.
                                                                                              Anonymous

domingo, 19 de mayo de 2013

Proyección en El Entrego

Los esfuerzos por hacer llegar a toda la sociedad, nuestro trabajo en pos de una mas y mejor conservación de nuestra memoria, de nuestro patrimonio, continúan, y prueba de ello ha sido la presentación, en el teatro municipal de San Martín del Rey Aurelio en El Entrego, del documental en el que se recogen los testimonios de nuestros compañeros. Y es que son trabajadores de Minas Tres Amigos los que aparecen en el audiovisual, pero podrían serlo de cualquier otra mina de cualquier cuenca, pues sus testimonios son perfectamente extrapolables a cualquiera de ellas; los mineros, seamos de donde seamos, compartimos vivencias, experiencias, sufrimientos, alegrías  ... porque para la mayoría de nosotros, la mina era y es algo mas que un trabajo, es un sentimiento, un estado de animo.
Debemos agradecer la colaboración que en esta ocasión hemos tenido, de la Clínica Martínez Cortina (Centro Odontológico del Nalón) y del Grupo Teatral y Cultural Avientu, personificado en sus máximos responsables: Aurelio Cortina y Marino Franco, que nos han organizado la rueda de prensa y la proyección. Asimismo, nuestro agradecimiento al responsable del área de Cultura de SMRA Martín Ardines y a su Alcalde Enrique Fernandez, que además de darnos todas las facilidades para el acto, nos acompañaron en la proyección. Gracias a todos ellos.
Os dejamos unos enlaces sobre la noticia, y ya sabéis lo que decía aquel vigilante, al que seguro todos identificáis: guaje, val mas tar muertu que parau, asi que compañeros, seguiremos en movimiento. 

http://www.lne.es/cuencas/2013/05/16/historia-viva-mineria/1412976.html

http://www.lne.es/cuencas/2013/05/14/minas-tres-amigos-una-historia-viva-llega-el-jueves-a-el-entrego/1411813.html

http://www.ivoox.com/programa-al-llau-del-llar-15-mayu-audios-mp3_rf_2045599_1.html  (este audio entre los minutos 25 y 32) 

Rueda de prensa previa a la proyección del documental. De izquierda a derecha: Maseda, Aurelio Martinez, Marino Franco y Florin

miércoles, 8 de mayo de 2013

En estos duros tiempos que vivimos, es necesario que no olvidemos nuestro origen, y es imprescindible que, si lo olvidamos, alguien nos lo recuerde.
Lavaderos del Peñón, 1920

Mineros de Minas de Pocacosa, mediados de los años 20 del siglo pasado

Mineros del Peñón, (anotación de grupo El Casar, Vegadotos) años 20 del pasado siglo

Presentacion del documental en El Entrego

El próximo Jueves 16 de mayo, tendrá lugar una nueva presentación del trabajo realizado por nuestro colectivo en aras a preservar la memoria de nuestros compañeros, de preservar la memoria de la minería.
Nuestra intención con estos actos por la geografía asturiana, es que otros colectivos recojan el testigo y mas trabajos en esa linea vean la luz.
Esperamos poder contribuir a ello, en este caso con la colaboración de la Clínica Martínez Cortina (Centro Odontológico del Nalón) y de la Asociación Cultural y Teatral Avientu. 
Os esperamos.