Miner@s,
profesor@s, bomber@s, maestr@s, médic@s, enfermer@s, am@s de casa, ingenier@s...,
sus hijos, sus padres, todos en la calle pidiendo una verdadera democracia,
pidiendo una vida digna, pidiendo a gritos una esperanza, y la única esperanza
que nos queda a los obreros es la conciencia de clase y la solidaridad, sin
ellas no hay futuro para los trabajadores.
Sigamos
luchando compañeros.
Quintín Cabrera nos dejo esta canción, con letra de Mario Benedetti, hace 36 años, y hoy sigue tan vigente como entonces, por no decir que aun mas.