Declaración de intenciones

Antes de nada daros la bienvenida a este modesto Blog.
Bueno compañeros, como veis, aquello que se inicio como una conversación de chigre entre dos amigos, continuó con diversos contactos y reuniones de gente con voluntad y comprometidos con nuestra memoria y raíces, ha transformado aquel proyecto de recuperar lazos en una realidad.
Nuestro sueño es, con todo el respeto y la humildad, seguir siendo la voz unida de todos los mineros del Pozo Tres Amigos, nuestro pozo, de aquellos que no renuncian a su pasado, pero tampoco al porvenir.
Y es que las cuencas mineras padecen la peor de las enfermedades que nuestro trabajo podría producir, la enfermedad degenerativa del olvido y el abandono. Algunos habitantes de las cuencas recordamos con nostalgia, los tiempos en los que el carbón era el modo de vida de casi todo el mundo, y los mineros “éramos una raza única e irrepetible”. Por eso es por lo que queremos mantener la memoria, las vivencias, nuestros recuerdos….. una parte muy importante de nosotros mismos, de nuestra vida.
Así que ya sabéis, disfrutad del Blog y animaros a contactar y trabajar con nosotros para mejorar, para animarnos, para criticarnos, para enviarnos fotos o documentos, etc, todo ello a través del siguiente correo electrónico
pozotresamigos@gmail.com

¡¡ Esperamos vuestros correos!!
¡¡Os esperamos!!

miércoles, 12 de junio de 2013

Porque fuimos mineros, porque somos mineros, porque…ante todo, seguimos siendo mineros del Pozu Tres Amigos


Como trabajador del pozo más pequeño de una gran empresa, que en su día estaba compuesta por más de 30 centros de trabajo ( pozos, minas, lavaderos, talleres, economatos….) tengo que decir, aunque a algunos les llegue a parecer petulante, que me siento orgulloso de haber pertenecido a la plantilla de dicho centro, un centro distinto, diferente al resto. Esto seguro que lo dicen todos los trabajadores del resto de los centros, pero la realidad es que como TRES AMIGOS no existió ni existirá nada. Sin menosprecio para el resto de centros, a los que respeto, éramos un centro muy familiar, allí nos conocíamos todos y por ello, al igual que en cualquier familia, estábamos pendientes unos de los otros, como si de hermanos se tratara. Lo que le pasaba a uno era como si nos lo hicieran al resto.
Pequeños pero trapudos. Cuando se convocaba huelga, era huelga para todos (en todas las familias hay alguna oveja negra), no importaba si el problema era de algún colectivo del pozo (picadores, barrenistas , ayudantes mineros, tuberos….) o si el problema venía de fuera.
Si al relevo de las 6,00 de la mañana aparecía alguien del comité por el cuarto de aseo, la pregunta acostumbrada era ¿asamblea con o sin bombachos?.
Con bambachos era para informar y sin bombachos …algo pasaba, ya nos lo explicarían, pero de momento taquilla cerrada.
En su día fuimos la punta de lanza de alguna huelgona (se inició en Tres Amigos y se difundió por toda la empresa), pero a su vez cuando había que trabajar se trabajaba. 
Aún recuerdo cuando ya sonaba el Pozo Tres amigos como candidato al cierre allá por los años 80, antes que Cerezal y Venturo. Fuimos resistiendo las embestidas y así llegamos al año 2000. Nuestros resultados y rendimientos avalaron su continuidad.
La diferencia con otros centros estaba en la manera de hacer las cosas. Sin caer en el asambleísmo, los trabajadores estábamos informados de todas las negociaciones que se llevaban en el centro y en la empresa puntualmente, además participábamos de las decisiones antes de tomarlas. Aún recuerdo como si fuera hoy como se convocaba a los colectivos antes de ir a negociar para una rampla o para un colectivo, y como además del comité, asistía como asesor alguno de los implicados. 
De casi nada le valía a los jefes querer negociar en particular con nadie, para eso estaba el comité. En todo momento sabías lo que ganarías en función de donde estuvieras, pues estaba marcado en las tablas.
Aún recuerdo cuando bajó la jefatura de Polio, queriendo hacer cambios y nuevas negociaciones. De nada les sirvió, allí estaba todo atado y bien atado y los que venían de fuera (jefes) a adaptarse. Los compañeros se adaptaron enseguida pues tenían las puertas y los brazos de los que allí trabajábamos, abiertos de par en par. 
Una imagen de la reunión del año pasado
Una vez en la lampistería alguien dijo “ aquí no hay trabajadores de Polio, ni de Barredo, ni de la Rebaldana, ni de San Victor, aquí somos todos de Tres Amigos y como tal todos somos iguales.
Por eso, por todo eso y más, el mi pozin fue diferente, es diferente y seguirá siendo diferente.
Este año, como los otros, volveremos a vernos en Noviembre y seguiremos siendo tantos o más. Lo llevamos dentro. Un saludo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

PAGAR UNA DEUDA HISTORICA
La justicia ha dicho que lo que se estaba haciendo con el colectivo de prejubilados de HUNOSA que era un atropello , que la empresa debe de pagar lo que nos ha quitado y pagar según lo acordado. Es un atropello pero un atropello recurrible.
Ya veremos lo que dice el supremo, pero de todas las maneras, diga lo que digan los jueces, nos den o nos quiten la razón (y los dineros), no podemos olvidarnos de nuestros ideales de solidaridad y de compañerismo. Debemos de seguir en la lucha y ahora más que antes.
Supongo que ahora que volvemos a estar entrenados y aunque en teoría se ha arreglado lo nuestro no decaerá nuestro ardor guerrero y seguiremos de la mano de todos aquellos compañeros o colectivos que nos necesiten.
No podemos olvidar la deuda histórica que tenemos todos los prejubilados, y digo todos pues no nos salvamos ninguno. Deuda histórica con los compañeros de esta empresa, a la que accedimos todos y cada uno de nosotros gracias a la solidaridad demostrada por los compañeros que de aquella estaban en el tajo. Desprendiéndose de parte de su poder adquisitivo o más bien cambiándolo por puestos de trabajo. A esos compañeros se lo debemos y en pago a lo que ellos hicieron por nosotros debemos de estar de la mano de los compañeros que continúan en activo y que hoy por hoy tienen un futuro incierto.
Las luchas de la clase obrera deben de seguir llamándonos y en especial las que estén relacionadas con nuestro sector. El carbón debe de seguir manchándonos la cara como cuando estábamos en el tajo. Por nuestras venas corre la misma sangre que cuando estábamos con los bombachos puestos y arremetíamos contra el mundo
Me daría mucha pena y mucha vergüenza oír eso de : “ ahora como ya tienen lo de ellos arreglado al resto que les den…..”.
No lo podrán decir porque estaremos siempre a su lado, pagaremos las deudas y las pagaremos con mucho orgullo.
ANIMO Y NOS VEMOS EN LA CALLE.

jose dijo...

NO se de quien es la pluma de este articulo pero la verdad es que me gustó mucho y refleja la realidad del pozo en el que trabajé.
En nuestro pozo había de todo como en todos, pero si yo tambien creo que era diferente.