martes, 19 de noviembre de 2013

Resignarse es suicidarse

Esta frase, la utilizaba el otro día en sus reflexiones Iñaqui Gabilondo, y me viene ahora a la cabeza cuando las noticias dan el acuerdo alcanzado en Madrid por los trabajadores de la limpieza.
Algunos medios de comunicación, llevaban ya unos días vendiendo a la opinión pública los trastornos que estaban padeciendo los contribuyentes de Madrid, a causa de la huelga que los trabajadores del sector estaban manteniendo.
No se estaba recogiendo la basura, y no solamente quedaba almacenada sino que los “trabajadores” en huelga estaban destrozando los contenedores, quemándolos y esparciendo la basura.
Había que desacreditar por todos los medios la huelga, sembrando en la opinión pública los desmanes y vandalismo de los huelguistas.
Casi con toda certeza se podría asegurar que quienes estaban haciendo los actos vandálicos no eran los trabajadores de la limpieza, sino los sicarios de quien pretendía reventar la huelga.
Pues bien, esos trabajadores han demostrado a todo el país su responsabilidad, manteniéndose firmes ante los atropellos a los que querían someterles sus empresas. ¿Como es posible que de la noche a la mañana una negociación que plantea 1.200 despidos y la bajada de un 42% del salario, se pueda zanjar con un ERTE de 45 días al año y una congelación salarial hasta el 2017?
No es de sospechar que en este caso lo que se pretendía, una vez más, por los empresarios era aprovechar las circunstancias coyunturales del momento para enriquecerse un poco más a consta de que sus trabajadores trabajasen más y cobrasen menos. Para más INRI, en vez de preocuparse por la destrucción de los puestos de trabajo, la alcaldesa de Madrid estaba muy preocupada en promover la modificación del derecho de huelga, derecho constitucional y que prácticamente es lo único que todavía nos queda a los trabajadores.
Todos sabemos de qué pie cojeamos, y en este país se está viendo el plumero a algunas clases sociales y políticas que llevaban algunos años como agazapados.
La desaparición de la clase media es el fin de muchos de estos personajillos, pretendiendo que todo vuelva al sitio que ellos marcan, los ricos a ser más ricos y los pobres a ser …. más pobres. ¿Como es posible que algunas personas que se ganan el pan de cada día con el sudor de su frente, puedan defender y votar a estas ideologías?
Una vez más aquello de la unión hace la fuerza ha quedado demostrado que sirve y que da resultados, tomemos buena nota de ello todos los trabajadores y unámonos, quedan muchas guerras por librar y debemos de estar todos unidos.
No podemos mirar para otro lado cuando alguno de nosotros es atropellado por esta sociedad en la que vivimos y que nos está devorando como a corderillos.
La solidaridad es nuestra arma más efectiva y debemos de usarla ante cualquier ataque. Resignarse es suicidarse y debemos de negarnos al suicidio.