jueves, 20 de enero de 2011
Hunosa: cronología de una cadena de cierres
Nuestras cuencas mineras pierden, poco a poco, la actividad que caracterizó a sus municipios durante años.
La cadena de cierres en la empresa Hunosa arrancó en el año 1989. En el mes de marzo de ese año, detenía su funcionamiento el pozo Cerezal, en San Martín del Rey Aurelio, conocido antes de su entrada en la Empresa como pozo Sta Barbara, por encontrarse ubicado en dicho valle. Apenas 16 meses después, en Julio del año 1990, el municipio y el valle sufrían de nuevo la crisis de la minería con el cierre de otra explotación: el renombrado pozo Venturo, que había sido el último pozo profundizado en el valle del Nalón.
La historia se repetiría en julio de 1991. Esta vez, perdería uno de sus centros la cuenca
del Caudal. El día 18 de ese mes dejaba de funcionar la mina San Víctor, única mina de montaña de Hunosa y en abril del 1992, otra vez en San Martín del Rey Aurelio, caía el mítico pozo San Mamés, famoso en otros tiempos como campo de trabajos forzados de la dictadura. El último día de julio de ese mismo año la empresa minera selló la explotación Mosquitera, situada entre Siero y Langreo, aunque el arranque en este centro se paralizo a partir del 22 de enero de 1989, fecha del fatal incendio en que fallecieron 4 mineros y otros 14 resultaron heridos de diversa gravedad; y el 1 de noviembre de ese año 1991 le tocó al pozo Polio, en Mieres, con sus singulares castilletes gemelos, y cuya profundización llevo consigo la construcción de la barriada de Rioturbio para dotar de pisos a los trabajadores de la empresa propietaria .
El año siguiente, 1993, cerraron cinco explotaciones en las cuencas del Nalón y del Caudal. El 11 de enero, en el concejo de Oviedo, se paralizó el pozo Olloniego, que ya habia sido cerrado por primera vez el 1 de agosto de 1972 y se consideraba centro piloto y experimental de las nuevas técnicas mineras . Un día después lo hacía igualmente el pozo San José, inagurado en 1957 con la asistencia de los ministros de Industria y de Gobernación, y en menos de una semana, ocurría lo mismo en el lavadero Turón, ambos ubicados en la Cuenca del Caudal. El 30 de abril dejaba de funcionar en San Martín del Rey Aurelio el pozo Entrego, histórica explotación que databa del año 1909, y el 10 de noviembre desaparecían oficialmente los Talleres de Turón, ubicados en La Cuadriella y que fueron centro de trabajo de grandes oficiales, llegando a construirse en ellos alguna locomotora y fundirse incluso alguna escultura.
Entrado el año 1994, el 31 de julio para ser más exactos, cerró el pozo Barredo, lugar de encierro de las ejecutivas de los sindicatos en las movilizaciones del año 91, y el 1 de septiembre lo hacía Santa Bárbara, en el valle de Turon del municipio de Mieres, en la actualidad primer conjunto minero declarado Bien de Interés Cultural. Sin apenas tregua, en el verano de 1995, salia el ultimo relevo del Pozo Fondon, que durante años albergó una colonia penitenciaria y en el que Hunosa ha concentrado sus archivos historicos. Se vivió entonces un periodo de relativa tranquilidad, tres años, de la que se sale por desgracia, con nuevos cierres.
El 31 de agosto del 1998 dejaba de funcionar el pozo San Luis, en el concejo de Langreo uno de los pozos más singulares y atractivos visualmente del Principado por la singular belleza de su castillete y su sala de máquinas.
Una fecha clave de la decadencia minera para los que visitamos este blog fue el 31 de diciembre. Cerraba ese día del año 2000 el emblemático pozo Tres Amigos, en Mieres (tenéis un completo articulo de Fernando Fernandez sobre la historia del Pozo en este blog), y ese mismo día pero del año 2001 lo hacían el pozo Siero, antiguas Minas Solvay de Lieres, en el municipio homónimo, y Samuño, en Langreo que llama la atención por su casa de aseos en forma circular única en toda España. El mierense Lavadero Sovilla, con en su dia una central de producción electrica y de vapor, que se dice obra del prestigioso arquitecto catalán Gaudí, aguantó aún hasta julio del 2002.
El pozo allerano de San Antonio cerró oficialmente su explotación el día 31 de octubre de 2003, pasando los activos a engrosar la plantilla del vecino Santiago. Hunosa lo consideró no obstante, como una mera absorción.
El primer día del mes de febrero del año 2005 le toco el turno al pozo Pumarabule, aunque fue el 27 de mayo de 2004 el último día en el que los mineros de Pumarabule extrajeron mineral en un pozo del concejo de Siero.
El día 29 de junio de 2007, hacia las 13.30 horas, los últimos mineros que salían del pozo Figaredo, dejaban atrás una explotación en la que ya no se extraía carbón desde el 30 de enero, poniendo fin a dos siglos de mineria en un valle, el de Turón, que llego a contar con mas de 20 explotaciones en funcionamiento.
El lavadero de Modesta, en Langreo, echo el cierre el 31 de julio de 2007, después de los daños sufridos en el incendio declarado en su comunicación con el pozo Mª Luisa el día 13 de abril. De esta forma, el agua del Nalón dejó de lavar, por vez primera en 150 años, el carbón que se extraía en la comarca.
En total, fueron clausurados 23 centros de trabajo en 18 años. Explotaciones, todas ellas, que proporcionaron el sustento de miles de familias de las cuencas mineras asturianas y que hoy, son sólo un recuerdo de la Asturias dorada de antaño.