lunes, 26 de diciembre de 2011
domingo, 25 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
Video del pregón de Jose Luis Argüelles
Bueno compañeros, unos lo hemos disfrutado en directo, otros lo habréis leído en la entrada anterior, a otros seguro que os lo han contado, pero para todos os dejamos aquí el video, y de verdad que merece la pena pararse unos minutos para emocionarse con el pregón de nuestro, ya amigo y compañero, Jose Luis, el fiu de Pepito el del Alto.
martes, 29 de noviembre de 2011
Pregón de Jose Luis Argüelles en la segunda reunión de antiguos trabajadores
A LOS MINEROS DEL POZO TRES AMIGOS
El Entrego, 19 de noviembre de 2011
José Luis Argüelles
…
Cuentan las crónicas, con exactitud cronológica un poco fría, que en la mañana del 26 de diciembre del año 2000 –fiestas navideñas en las que los milenaristas hacían cábalas y despachaban pronósticos siempre sombríos sobre el nuevo siglo- una chapa de hierro toscamente grabada con la fecha de ese día y la palabra “FIN” rubricaba el cierre del pozo Tres Amigos, la última mina activa de la Güeria del San Juan.
Fueron testigos, según los mismos relatos, un puñado de trabajadores a los que puedo imaginar, porque me tocó cubrir en aquellos años la información un poco funeral de la clausura de otras instalaciones (de Polio al San José, pasando por el Santa Bárbara, en La Rebaldana), cierto gesto de incomprensión, de abatimiento incluso, en sus nítidos perfiles dibujados por las sombras de la hulla. Ya sabéis, el corazón tiene razones que la razón no entiende, como sentenció Pascal, intuyendo que el sentimiento piensa a veces mejor y de manera más interesante de lo que pueda hacerlo el raciocinio; emoción y razón no siempre se entienden. Y puedo intuir también, en aquella despedida, el silencio espeso que concedemos a las ocasiones un poco solemnes. A nadie le gusta que hagan chatarra de su historia, que astillen su biografía laboral, que inunden con el agua del olvido –como si fuera un pantano- su hoja de servicios.
Debo confesaros que no me gusta la palabra “fin”. Quizás esté bien para las películas, donde el metraje obliga a hacer ese corte abrupto en la sucesión de los acontecimientos, pero la vida es siempre recuerdo, relación con los otros, una dialéctica renovación en la que el pasado y el presente se proyectan en el futuro. El pozo Tres Amigos se cerró, sin duda, pero su historia sigue palpitante con vosotros, como demuestra el hecho de que hoy estéis aquí, codo con codo, reconociéndoos en los compañeros y abrazando la narración compartida que forjasteis con vuestro sudor, la fatiga y el esfuerzo solidario. Ningún gobierno, ningún empresario puede clausurar esa memoria común que os une al cabo del tiempo: el orgullo de pertenecer a una hermandad creada desde el sentimiento de ser honestos trabajadores que cumplieron con lo suyo, que se atrevieron a soñar un mundo mejor, que hicieron un mundo un poco mejor, más habitable. No todos pueden decir lo mismo.
Por eso, cuando los amigos que organizan este encuentro anual me propusieron que os dirigiera unas palabras acepté sin vacilación. Porque constituís, sin duda, una comunidad honorable y porque, por esas razones que el corazón entiende, me siento parte de la misma, alguien que lleva en su ADN las señales del carbón, uno más entre vosotros.
¿Y cuáles son esas razones que el corazón comprende?, os preguntaréis. Hijo, nieto y sobrino de mineros, vuestras luchas, tragedias y anhelos han sido siempre los míos. Mi padre José Antonio Argüelles Suárez, Pepito, al que la enfermedad le impide estar hoy aquí pero que os envía su más efusivo saludo y un muy fuerte abrazo, trabajó durante casi cuarenta años en esos mismos tajos de Sela: la sílice se lo recuerda todos los días, como una terca enemiga implacable. Le hicieron el favor de incorporarlo a la plantilla del pozo cuando sólo tenía quince años porque su padre, mi abuelo Celso Argüelles Álvarez, había muerto en un coladero de Tres Amigos en septiembre de 1938, cuando la mina aún estaba militarizada. Ni siquiera dejaron subir el cadáver a la casa familiar de Santo Emiliano, allí donde las cuencas hermanas del Caudal y del Nalón se miran la una a la otra. Y mi otro abuelo, Silvino Argüelles Menéndez, al que muchos de vosotros recordaréis por sus canciones, entre otras esa emocionada tonada que es “El cielu ye p´al mineru”, fue lampistero en El Casar, que es oficio hermoso ese dar luz a lo demás. Y en Tres Amigos trabajaron, también, mis tíos Dionisio, Sabino y Pichi, fallecidos ya los dos primeros. Y para colmo dicen que nací justo cuando el “turullu” de Sela, que se escuchaba desde todas las casas de la Güeria de San Juan, como el reloj que da las horas –terrible a veces, cuando avisaba de la tragedia-, marcaba el cambio de relevo.
Hablo, pues, de una mina que forma parte también de mi memoria, de recuerdos que se adunan con los vuestros y de sentimientos que, seguro, compartimos. Todos hemos vivido del carbón y todos, también, nos hemos sentido, en algún momento, heridos por su causa. ¿Qué familia de las Cuencas no guarda alguna esquela teñida por el luto del pozo, impresa en la tragedia de las profundidades? De ahí la importancia de actos como el de hoy, que son mucho más, creo yo, que una comida de confraternización. Y lo son porque hay sutiles y estrechos lazos que unen a las generaciones en la alegría y en el dolor, en la dignidad del trabajo y en el recuerdo de los nuestros, la gran cofradía de la gente del carbón.
Los mineros que rindieron su sudor en el valle del San Juan están en el cuadro de honor de esa dignísima asociación a la que acabo de referirme. La sociedad anónima Minas Tres Amigos se constituyó como tal el 23 de febrero de 1939, dieciséis meses después de que el Frente Norte republicano hubiera caído con la entrada de las columnas navarras en Gijón. La Guerra Civil había finalizado oficialmente en Asturias, que se convirtió, en medio de la más calculada y feroz represión, en la carbonera del nuevo régimen, la gran suministradora del único combustible autóctono. La empresa era, en realidad, el resultado de un proceso de concentración y modernización de la explotación hullera en esa Güeria –ya saben, un territorio entre dos grandes valles- que se extiende bajo las nieblas pertinaces del monte Polio. José Sela, propietario del Peñón y El Casar, llegó a un acuerdo con Duro Felguera para deshullar las capas bajas, junto a Vegadotos y Entrerríos. Sólo veintinueve años antes, a escasos metros del nuevo pozo, Manuel Llaneza había fundado el Sindicato de Obreros Mineros de Asturias (SOMA). Con el tiempo, en Tres Amigos, de la mano de Tino el del Alto y de otros mineros, prenderían también las primeras Comisiones Obreras. Y se levantarían barriadas completas, como las de Murias o Rioturbio, para albergar a las numerosas familias que llegaban de un punto y otro de España y Portugal para trabajar en el pozo o en el cercano Polio. El aislamiento internacional de la dictadura hacía del carbón asturiano una fuente energética imprescindible, irrenunciable. Tengamos en cuenta que el franquismo no inicia las importaciones masivas de mineral hasta después del Plan de Estabilización de 1959. Por tanto, el carbón es durante muchos años un negocio estratégico del que sus dueños –los propietarios de las concesiones- sacan beneficios sin necesidad de modernizar las explotaciones, siempre desde la base de dos orientaciones laborales nítidas: mano de obra intensiva y salarios bajos. En esos años llegan a estar en activo en Asturias hasta 109 empresas carboneras. Una expansión que se hizo a costa, como ya he dicho, de incentivados movimientos migratorios, costes mínimos, deficientes medidas de seguridad y muy escasas inversiones técnicas, como subrayan Sebatián Coll y Carles Sudriá en su muy recomendable libro “El carbón en España, 1770-1961. Una historia económica”.
Es una situación que no tardaría en manifestar sus graves insuficiencias y que está en el origen de la empresa estatal HUNOSA, creada en 1967 y a la que se incorpora Tres Amigos, siguiendo la estrategia de la mayoría de los empresarios mineros asturianos, el 21 de febrero de 1969, según decisión del Consejo de Ministros. La espantada del capital privado se produjo ante la posibilidad de importar mineral a precios muy competitivos y dejó al desnudo la trama sobre la que estaba montado el negocio: la explotación de los trabajadores bajo el tutelaje de una dictadura que privaba a éstos de los más elementales derechos. Las huelgas del 62 y las de los años posteriores fueron, en buena medida, una respuesta a aquellas condiciones económicas, políticas y sindicales en unos tiempos en los que la esperanza aún hablaba en voz baja, no la fueran a encarcelar también.
Los trabajadores de Tres Amigos no fueron ajenos a todas esas circunstancias que acabo de describir someramente. De hecho, como muchos de vosotros sabéis, aún en noviembre de 1975, en los días en que la dictadura agonizaba, los vagoneros del pozo protagonizaron una huelga que acabó extendiéndose al conjunto de HUNOSA, cuya dirección, en aquel momento, no encontró mejor salida negociadora a la protesta que la sanción a nada menos que 4.500 trabajadores de las Cuencas. El 30 de diciembre 32 ayudantes mineros se encerraron en Tres Amigos, lo que desembocó, primero en un paro solidario de la plantilla del pozo, sancionada al completo, y, posteriormente, en una huelga generalizada en el Caudal y el Nalón, con numerosas detenciones.
Tres Amigos, que tuvo una plantilla siempre muy ajustada, pudo sortear los cierres masivos de instalaciones de principios de los años 90, tras el encierro de las ejecutivas de los sindicatos mineros en el pozo Barredo y la aplicación de una nueva estrategia extractiva basada en la concentración de yacimientos. Polio, por ejemplo, fue clausurado en 1992, ocho años antes. Con la desaparición de ambas minas, la Güeria de San Juan, uno de los valles mineros por antonomasia, bajaba el telón de más de siglo y medio de actividad minera y regresaba, como en un viaje en el tiempo, a su etapa preindustrial. Hoy es una zona demográficamente envejecida en la que ningún gobierno ha invertido un solo euro pese a la enorme contribución que su paisanaje y su paisaje hicieron al relanzamiento económico de nuestro país. La explanada de Tres Amigos sigue a la espera de un prometido polígono industrial mientras se retienen partidas millonarias de fondos mineros que los sindicatos supieron arrancar como compensación a la liquidación del sector. Algo habrá que hacer, digo yo.
Hay una imagen de “Pídele cuentas al rey”, la película que mi admirado José Antonio Quirós rodó, entre otros escenarios, en Tres Amigos, que sigue causándome un extraño malestar. Me refiero al corte del cable de la jaula del pozo, que se precipita con oscuro estruendo por la caña, hacia el fondo. Es como si la sima se tragara, de pronto, los sueños de cientos de personas que alentaron, desde el sufrimiento y la tenacidad, un horizonte de esperanza. Gracias a aquel descomunal esfuerzo muchos pudimos ir a la Universidad, escribir en los periódicos, dar clases, hablar idiomas, viajar por el ancho mundo, pero no tengo tan claro que hayamos sido capaces de mantener la llama que alimentaba tanto sacrificio. Me refiero a la solidaridad, a ser capaces de ponernos en el lugar del otro, de nuestro semejante. Esa cualidad es la que os hizo fuertes, la que os permitió resistir y ganar unas cuantas batallas. Si con el cierre de los pozos dejamos que esa seña de identidad de la cultura minera se marchite, nos habrán derrotado. Por eso están muy bien encuentros como este de hoy, con los que recordar y seguir siendo una voz unida que no renuncia a su pasado, pero tampoco al porvenir: saber de dónde se viene y hacia dónde se va. Quien desiste de la lucha, está ya vencido. Y, por lo que yo sé, a los mineros no los ha doblegado nadie jamás. Que tampoco lo haga la desesperanza en estos tiempos confusos; seguid siempre fieles a vuestro corazón insumiso. Y como cantaba el gran Xuacu el de Sama, “viva la xente minera”.
El periodista Jose Luis Argüelles finaliza su emotivo y sentimental pregón, ante los organizadores y resto de ex-trabajadores del Pozo presentes en la reunión. |
martes, 22 de noviembre de 2011
Oda a los mineros
Hemos recibido en este Blog minero una poesia que no podíamos dejar de poner. Merece la pena leerla con calma. Disfrutadla, sentidla, ........ y como se suele decir "al Cesar lo que es del Cesar" por ello y a pesar de que nos ha llegado a nuestro correo de forma anónima, debemos decir que esta poesia forma parte del libro "Los que no volvieron" del polifacetico y prolífico escritor lavianés Albino Suarez Cortina. En él nos muestra varias historias, ya pasadas pero nunca olvidadas, un libro que desde aqui os recomendamos, pues lo mismo que el trabajo que modestamente nosotros hacemos, recopila nuestra historia, una historia que al contrario de lo ocurrido con los protagonistas de su libro, no debemos dejar morir.
Los que no volvieron, fueron
los que de casa salieron / a la mina a trabajar
y en la mina sucumbieron / sin ver más la luz solar,
ni el entorno familiar, / ni a padres, hijos o hermanos
ni anidaron sueños vanos / que la mina inspira, a veces,
donde todo son reveses
con la tragedia en las manos.
Esos que nunca volvieron
fueron, por muertos, decenas, /atados a las cadenas
de la muerte en que murieron. / Decenas que sucumbieron
de una o de otra manera, /pero siempre entre madera
y entre vetas minerales, /con la sangre en los hastíales
de la mina carbonera.
Los que no volvieron, fueron
los que en el fondo del pozo/ de la mina, trozo a trozo,
en el testero, murieron./ Fueron aquellos que dieron
trabajando, sangre y vida, /sin ver más amanecida
que la negrura y el luto/ que en la tierra prometida
pagaron como tributo.
sábado, 1 de octubre de 2011
lunes, 26 de septiembre de 2011
TRABAJADORES DE MINAS TRES AMIGOS: HISTORIAS CON HISTORIA
Comenzamos con este artículo una serie de pequeños bocetos biográficos con la que intentaremos recordar humildemente a antiguos trabajadores de la Empresa Sela, que por uno u otro motivo nos parecen dignos de reseña.
Si conoces o quieres ver reflejada aquí la vida y obra de alguno de nuestros compañeros, no dudes en ponerte en contacto con nosotros como siempre en pozotresamigos@gmail.com
SILVINO “EL CANTAOR”
Silvino Argüelles Menéndez, uno de los grandes de la canción asturiana, nació en Tudela Veguín (lugar del concejo o municipio de Oviedo) el 5 de febrero de 1919, aunque sus raíces, infancia y la práctica totalidad de su vida están ligadas a Santo Emiliano, el pueblo mierense situado en lo alto de la Güeria de San Juan, en uno de los pasos más frecuentados entre las Cuencas mineras del Caudal y del Nalón, valle minero por excelencia, ubicación de nuestra Mina, su mina, una de las Minas de Tres Amigos: minas de Vegadotos, del Peñon y del Casar, tal como se refleja en los documentos de los años 30 y 40 emitidos por la Empresa.
Silvino aprendió ya en sus primeros años los fundamentos de la canción asturiana de su madre, Luz, a quien en la zona se la conocía como La Calandria, debido a su melodiosa y emocionada voz. Silvino Argüelles sube por primera vez a un escenario a la edad de 15 años. Fue en 1934, en el cine de Vegadotos, donde compartió tablas con alguno de los grandes del folklore en aquellos días. Silvino formaba parte aquel día de uno de los grupos de teatro que animaban la jornada. Ante la ausencia de uno de los cantantes previstos en el programa, los organizadores convencieron al cantante de la Güeria para que además de actuar interpretara alguna tonada.
Silvino, su esposa Azucena, su hija pequeña Angeles y una amiga en la Espa, Barcelona |
El éxito de su primera actuación le llevó a otras, todas ellas en Mieres y Langreo. El cantante recibió en muchas de ellas las bendiciones de algunos de los genios de la canción asturiana, como el recordado Xuacu el de Sama, que subrayó las posibilidades que tenía aquel adolescente de la Güeria de San Juan. Silvino no abandonó en un primer momento el teatro, donde curiosamente llegó a destacar interpretando el papel de un cantaor de flamenco. Tras la Guerra Civil y la dura posguerra, después de haber trabajado en las Minas de Tres Amigos desde enero de 1938 hasta mayo de 1945, y haber pasado por diferentes categorías: peon de exterior, rampero, ayudante de picador y picador; el barítono mierense abandona Asturias, para trabajar en las minas del Pirineo, donde sigue cantando tonada para los asturianos emigrantes en Cataluña que, como él, tuvieron que emigrar por falta de perspectivas en su tierra, encontrándose con trabajadores de otras regiones, especialmente Andalucía y Extremadura. No es casualidad que en ese tiempo Silvino alterne en su repertorio los temas asturianos con el flamenco. Desgraciadamente, no existen grabaciones de esa época, años duros en los que la canción y la familia son sus mayores consuelos. Más, después de sufrir un grave accidente en la mina de montaña de Peñaforca, en el Norte de Barcelona, que a punto estuvo de costarle la vida y que le supone su regreso a Asturias.
De izda a dcha Bautista Alvarez El tuberu, Silvino Arguelles Lampisteru y Pedro Ramos |
De nuevo en su tierra, Silvino Argüelles reingresa en la Empresa propiedad de la familia Sela como oficial de 2ª en las minas del Casar, hasta su jubilación en agosto de 1966, y se asienta en El Campu de la Güeria, donde residiría hasta su prematura muerte en 1986. Nunca dejó de cantar, ni incluso en los días más duros de su penosa enfermedad.
En 1953 volvió a subirse a un escenario en Asturias espoleado por los muchos amigos y aficionados que le recordaban y que le veían como uno de los grandes intérpretes de canción asturiana.
Hay quien aún recuerda su participación en los concursos organizados por el diario Región, Hevia, o en el multitudinario «Rumbo a la gloria». Por aquel entonces, Silvino cuenta con el fervor popular por canciones como Farola de Xixón, Sidriquina la de Asturias, Caleya'rriba cantando, o la sentimental El cielo ye pal mineru, de honda emoción en las Cuencas mineras y en un momento donde Asturias cuenta con más de 30.000 trabajadores del carbón.
A este “paisano grandón”, como le definió Ignacio Gracia Noriega en una de sus jugosas semblanzas en el diario La Nueva España, le gustaba cantar por afición, desinteresadamente, sin peros a cuantos festivales benéficos se le reclamaba participación.
Foto promocional de uno de sus discos del año 60 |
Silvino en el concurso de otoño de 1969 en Mieres |
Su participación a partir de 1968 en la Asociación pro cultura asturiana «Asturias canta», que reunió a los mejores cantantes y folkloristas de la época, es otra de sus grandes aportaciones. Silvino Argüelles, tras una vida consagrada a la canción asturiana, fallece en Mieres del Camino el 3 de noviembre de 1986, víctima de un tumor cerebral. Los medios de comunicación regionales recogieron la noticia de su muerte en primera página y subrayaron que con él se iba uno de los grandes de la tonada. Su entierro, como no podía ser de otra forma, se convirtió en una gran muestra de asturianía y en un fervoroso homenaje al cantante de la Güeria de San Juan. El 18 de abril de 1999, el Ayuntamiento de Mieres le dio su nombre a una calle de la histórica plaza de Requejo, el templo de la sidra y la tonada.
viernes, 15 de julio de 2011
sábado, 7 de mayo de 2011
Imagenes de gente del Pozo Tres Amigos (1ª parte)
Que no, que no os hemos abandonado, que seguimos aquí, y para demostraros que el pozo daba mucho de si a pesar de su reducido tamaño, os traemos varias recopilaciones de fotografías de gente, trabajadores de Tres Amigos de todas las épocas, que seguro os haran pasar unos agradables momentos. Disfrutadlas, y ya sabeis, esperamos vuestros documentos graficos y desde luego vuestra presencia el proximo 19 de Noviembre.
viernes, 11 de marzo de 2011
Cierre, deterioro y derribo del pozo Tres Amigos
Dar desde aqui las gracias de nuevo a Fernando (autor de esta recopilación) por todo el trabajo que ha hecho, el que hace y el que seguramente le queda por hacer, si el deseo de mantener vivos los recuerdos continua por parte de todos. Gracias compañero.
El pozo en el año 1996 |
Hasta ahora os hemos puesto fotografias y videos de varias épocas del pozo y de sus trabajadores. Hoy traemos aqui, lo que seguramente ninguno hubiesemos querido ver: la recopilación de las imagenes del derribo de las instalacciones del que, mas de uno pensamos, era algo mas que nuestro centro de trabajo.
Creo que en este caso si que se puede aplicar aquello de que una imagen vale mas que mil palabras, asi que os dejamos con el video y las dos fotografias con el antes y el despues.
Pinchad en el enlace o directamente sobre el video.
Pinchad en el enlace o directamente sobre el video.
El pozo en la actualidad |
Dar desde aqui las gracias de nuevo a Fernando (autor de esta recopilación) por todo el trabajo que ha hecho, el que hace y el que seguramente le queda por hacer, si el deseo de mantener vivos los recuerdos continua por parte de todos. Gracias compañero.
jueves, 24 de febrero de 2011
Son todos los que estan, pero no estan todos los que son
Hoy os colgamos aquí el fantastico trabajo hecho por Lito Canga, el cual podeis descargar para imprimir, o bien pasar por Copigama, en la calle Alas Clarin, donde por un precio muy economico, os pueden dar una copia en papel fotografico de tamaño a elegir, del original que Lito les ha dejado alli.
La creatividad de la orla es buena, pero el trabajo de recopilar, recortar, ubicar y poner nombre es casi de chinos; por ello el agradecimiento de todos a este compañero, y a todos los que siguen trabajando para que nuestros recuerdos no se pierdan.
La creatividad de la orla es buena, pero el trabajo de recopilar, recortar, ubicar y poner nombre es casi de chinos; por ello el agradecimiento de todos a este compañero, y a todos los que siguen trabajando para que nuestros recuerdos no se pierdan.
Copisteria |
lunes, 7 de febrero de 2011
La curiosidad: el pozo Tres Amigos, plató de cine.
Sus guionistas se basaron en una experiencia real, la del minero Luis Castro y en las marchas mineras de Asturias y León de 1990 hasta 1998.
Ante el cierre de un pozo que en la ficción vive un dramático accidente mortal que supondrá su cierre (nuestro pozo Tres Amigos), los mineros se ven obligados a aceptar las ayudas ofrecidas por el gobierno como contraprestación al cierre de la mina.
Fidel ( Resines) minero asturiano, tras el cierre de esta mina en la que trabaja, se ve en la calle y sin un duro. Ante esta dura situación, decide que, como español que es y en atención a lo que es la Constitución, tiene derecho a un trabajo digno. Pero, ¿a quien se lo va a decir? Pues, evidentemente, al Rey. De tal modo que embarca a su mujer (Adriana Ozores) y a su hijo de corta edad, en una aventura que les llevará a píe hasta Madrid para que el Rey lo reciba y haga cumplir lo que dicta la Constitución: su derecho a un trabajo digno, no quiere vivir de ayudas, reduciendo su existencia a un subsidio. No incide la historia en la problemática que genera el desempleo (como hace Los Lunes al sol), sino en contar de una manera amena y divertida, las peripecias que Fidel y su familia sufren en sus carnes camino a Madrid por el arcén de las carreteras.
Y ciñéndonos exclusivamente al Pozo Tres Amigos, seguro que muchos recordareis, algunos lo vivisteis en primera persona, o bien trabajando o bien actuando como extras, aquel sábado 19 de Junio en que en el embarque del pozo lleno de mineros la jaula llega al exterior y al abrirse las portillas salen los mineros llevando la camilla con un compañero muerto. El silencio sobrecoge. A alguno de los extras les ha tocado pasar alguna vez en la vida real por este trago. Cuando una de las actrices grita desgarrada "¡Puta mina!" las lágrimas empañan los ojos de los presentes. El que menos está respigado. Y es que los enfermeros son los propios del pozo. Los que hacen de mineros lo siguen siendo o están prejubilados.
Por la tarde se rueda la escena que abre la película: un mitin en la boca del pozo del sindicalista Bonilla. Su voz truena en el embarque: "¡Yo os prometo una cosa: tendrán que pasar por encima de mi cadáver antes de que cierre un solo pozo, compañeros!" A los mineros presentes una vez mas se les pone un nudo en la garganta.
El domingo 20, segundo día de rodaje en el Pozo. Se va a proceder al corte del cable de la jaula. La mina cierra. Esas imágenes seguro que os recuerdan las que todos hemos ido viendo en la prensa relativas al por desgracia cierre de muchos centros de trabajo de esta Empresa (podéis leer al respecto el articulo "Hunosa: Cronología de una cadena de cierres" en este blog) .Un cordón de fuerzas antidisturbios custodia las instalaciones. Un grupo de mineros se enfrenta a ellos con piedras y cohetes. Las escenas son tan reales que la tensión se palpa en el ambiente. El cable se corta. Los mineros entienden este hecho como irreversible y finalizan los enfrentamientos. Uno de ellos avanza y entona el Santa Bárbara bendita. Era José Ramón Ordóñez, cantante de los Stukas a la vez que minero (hoy ya fallecido). El resto de mineros se le van uniendo, seguro que reconocéis a muchos de ellos.
Este video resume todas esas imágenes y sensaciones que se vivieron aquellos días. Algunos de los que aparecen, como hemos dicho ya no están entre nosotros, nuestro mas emotivo y sincero recuerdo para ellos.
(Nuestro agradecimiento a Ismael Gonzalez Arias que amablemente nos ha cedido las fotos)
sábado, 29 de enero de 2011
La fama de los prejubilados del Pozo Tres Amigos
¿Recordáis aquellos squetch de Terapia de Grupo en la TPA? Bueno pues por si no os habíais dado cuenta en uno de ellos se hace referencia a nuestro pozo.
Pinchar en el enlace o directamente en el video y hacia el minuto 5:05 (si es que la risa os deja daros cuenta) se acuerdan de nosotros, estad atentos.
Por cierto ¿os suena de algo lo que hacen? que pena que con esto de la crisis a algunos de nuestros compañeros les hayan quitado su quehacer diario, y es que ya no se hacen obras como las de antes .....
viernes, 21 de enero de 2011
jueves, 20 de enero de 2011
Hunosa: cronología de una cadena de cierres
Nuestras cuencas mineras pierden, poco a poco, la actividad que caracterizó a sus municipios durante años.
La cadena de cierres en la empresa Hunosa arrancó en el año 1989. En el mes de marzo de ese año, detenía su funcionamiento el pozo Cerezal, en San Martín del Rey Aurelio, conocido antes de su entrada en la Empresa como pozo Sta Barbara, por encontrarse ubicado en dicho valle. Apenas 16 meses después, en Julio del año 1990, el municipio y el valle sufrían de nuevo la crisis de la minería con el cierre de otra explotación: el renombrado pozo Venturo, que había sido el último pozo profundizado en el valle del Nalón.
La historia se repetiría en julio de 1991. Esta vez, perdería uno de sus centros la cuenca
del Caudal. El día 18 de ese mes dejaba de funcionar la mina San Víctor, única mina de montaña de Hunosa y en abril del 1992, otra vez en San Martín del Rey Aurelio, caía el mítico pozo San Mamés, famoso en otros tiempos como campo de trabajos forzados de la dictadura. El último día de julio de ese mismo año la empresa minera selló la explotación Mosquitera, situada entre Siero y Langreo, aunque el arranque en este centro se paralizo a partir del 22 de enero de 1989, fecha del fatal incendio en que fallecieron 4 mineros y otros 14 resultaron heridos de diversa gravedad; y el 1 de noviembre de ese año 1991 le tocó al pozo Polio, en Mieres, con sus singulares castilletes gemelos, y cuya profundización llevo consigo la construcción de la barriada de Rioturbio para dotar de pisos a los trabajadores de la empresa propietaria .
El año siguiente, 1993, cerraron cinco explotaciones en las cuencas del Nalón y del Caudal. El 11 de enero, en el concejo de Oviedo, se paralizó el pozo Olloniego, que ya habia sido cerrado por primera vez el 1 de agosto de 1972 y se consideraba centro piloto y experimental de las nuevas técnicas mineras . Un día después lo hacía igualmente el pozo San José, inagurado en 1957 con la asistencia de los ministros de Industria y de Gobernación, y en menos de una semana, ocurría lo mismo en el lavadero Turón, ambos ubicados en la Cuenca del Caudal. El 30 de abril dejaba de funcionar en San Martín del Rey Aurelio el pozo Entrego, histórica explotación que databa del año 1909, y el 10 de noviembre desaparecían oficialmente los Talleres de Turón, ubicados en La Cuadriella y que fueron centro de trabajo de grandes oficiales, llegando a construirse en ellos alguna locomotora y fundirse incluso alguna escultura.
Entrado el año 1994, el 31 de julio para ser más exactos, cerró el pozo Barredo, lugar de encierro de las ejecutivas de los sindicatos en las movilizaciones del año 91, y el 1 de septiembre lo hacía Santa Bárbara, en el valle de Turon del municipio de Mieres, en la actualidad primer conjunto minero declarado Bien de Interés Cultural. Sin apenas tregua, en el verano de 1995, salia el ultimo relevo del Pozo Fondon, que durante años albergó una colonia penitenciaria y en el que Hunosa ha concentrado sus archivos historicos. Se vivió entonces un periodo de relativa tranquilidad, tres años, de la que se sale por desgracia, con nuevos cierres.
El 31 de agosto del 1998 dejaba de funcionar el pozo San Luis, en el concejo de Langreo uno de los pozos más singulares y atractivos visualmente del Principado por la singular belleza de su castillete y su sala de máquinas.
Una fecha clave de la decadencia minera para los que visitamos este blog fue el 31 de diciembre. Cerraba ese día del año 2000 el emblemático pozo Tres Amigos, en Mieres (tenéis un completo articulo de Fernando Fernandez sobre la historia del Pozo en este blog), y ese mismo día pero del año 2001 lo hacían el pozo Siero, antiguas Minas Solvay de Lieres, en el municipio homónimo, y Samuño, en Langreo que llama la atención por su casa de aseos en forma circular única en toda España. El mierense Lavadero Sovilla, con en su dia una central de producción electrica y de vapor, que se dice obra del prestigioso arquitecto catalán Gaudí, aguantó aún hasta julio del 2002.
El pozo allerano de San Antonio cerró oficialmente su explotación el día 31 de octubre de 2003, pasando los activos a engrosar la plantilla del vecino Santiago. Hunosa lo consideró no obstante, como una mera absorción.
El primer día del mes de febrero del año 2005 le toco el turno al pozo Pumarabule, aunque fue el 27 de mayo de 2004 el último día en el que los mineros de Pumarabule extrajeron mineral en un pozo del concejo de Siero.
El día 29 de junio de 2007, hacia las 13.30 horas, los últimos mineros que salían del pozo Figaredo, dejaban atrás una explotación en la que ya no se extraía carbón desde el 30 de enero, poniendo fin a dos siglos de mineria en un valle, el de Turón, que llego a contar con mas de 20 explotaciones en funcionamiento.
El lavadero de Modesta, en Langreo, echo el cierre el 31 de julio de 2007, después de los daños sufridos en el incendio declarado en su comunicación con el pozo Mª Luisa el día 13 de abril. De esta forma, el agua del Nalón dejó de lavar, por vez primera en 150 años, el carbón que se extraía en la comarca.
En total, fueron clausurados 23 centros de trabajo en 18 años. Explotaciones, todas ellas, que proporcionaron el sustento de miles de familias de las cuencas mineras asturianas y que hoy, son sólo un recuerdo de la Asturias dorada de antaño.